Delicias de mujer
Al calor de una cama perfumada
bajo manta algodón azul granate,
de tu lengua: dulce punta enseñada,
relamiendo mi pene chocolate;
prisionero en los pechos de mi amada,
viene y va de sus labios al gaznate,
salpicando semen en la almohada,
al vencer el éxtasis en combate.
Del suave mordisqueo descendente,
el pájaro fuego que se acurruca,
se empina en su ánimo mas exigente,
y un frío cosquilleo entre pierna y pierna,
fugazmente acompaña hasta la nuca,
el placer que soñara en la vida eterna.
Antonio Pérez.
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